Alimentación / Comida / Nutrición

¿Qué comida es mejor para tu perro?

La dieta, aunque quizá no lo parezca, tiene un impacto inmenso en la vida de nuestras mascotas. La alimentación que lleva un animal influye en su salud, en su estado de ánimo y hasta en su susceptibilidad a enfermedades.
La alimentación original de los perros proviene de sus ancestros los lobos; por lo tanto su dieta se compone mayoritariamente (si no es que únicamente) de carne. El aparato digestivo de los perros, siendo carnívoros, no está diseñado para digerir las fibras vegetales y las elimina casi íntegras. Es por esto que, al buscar una alimentación adecuada para nuestro compañero, es esencial tomar en cuenta la carne como el elemento más importante. Dicho esto, hay distintos tipos de dietas de las que podemos elegir según sea el caso, y se dividen principalmente en tres categorías: pienso seco, comida húmeda y comida casera.

Pienso seco

Este tipo de dieta es quizá la más común de las tres, y con bastante razón; el alimentar a nuestro perro con pienso es una manera fácil y rápida de asegurarnos que está recibiendo una buena alimentación. Mientras el pienso sea de buena calidad, el resto viene de la mano.
Al ser una comida homogénea, el animal no selecciona las partes que le gustan; come de todo por igual y no se pierde de nutrientes que vienen sólo en ciertas partes del alimento, como ocurre a veces con la comida casera.
Los mejores piensos para perro pasan por regulaciones de calidad antes de salir al mercado, se verifican estándares a cumplir y, de esa forma, sabemos que al encontrarse en un estante listos para su consumo pasaron por rigurosas pruebas que garantizan que su uso es seguro para nuestra mascota. Es un tipo de dieta muy conveniente en cuestiones de tiempo, aunque quizá no tanto de manera financiera. Un buen pienso no tiende a ser barato.
Por último, los piensos se han desarrollado mucho en los últimos años y ahora contamos con una variedad inmensa de marcas de las cuáles elegir. La mayoría de éstas ofrece un valor añadido, con presentaciones diseñadas para razas específicas, comida para razas mini, razas medianas o grandes y también recetas especificas para enfermedades crónicas y para distintas etapas de vida, no es conveniente seguir las mismas pautas de alimentación para un cachorro que para un perro mayor. Quizá el punto más conveniente de este tipo de dieta es que el arduo trabajo de seleccionar las cantidades exactas de nutrientes según sean necesarios, ya está hecho (y su efectividad comprobada, también).

Comida casera

El adentrarse en el mundo de la comida canina casera emprende un mar de posibilidades, desde dietas con ingredientes frescos y conocidos, a comidas especializadas diseñadas para nuestro perro en particular en base a su estilo de vida.
La comida casera es muy versátil, pero hay que saber cómo complementarla para brindarle a nuestro perro la cantidad adecuada de nutrientes que necesita para la etapa de vida en que se encuentre. Nos ofrece ventajas muy tentadoras:
Saber qué es lo que se encuentra en la comida de nuestro perro
Sabores diferentes: estimulación para comer por voluntad propia
Dietas especializadas para ciertas condiciones (obesidad, cáncer, etc.)
Ahorro monetario en comparación con piensos Premium, al ser ingredientes que pueden usarse también para comidas propias
Una dieta casera puede ser una excelente manera de asegurarnos que nuestra mascota se esté alimentando de la manera correcta. Aunque, con tantos beneficios que provee, vienen ciertas desventajas, entre ellas la más importante siendo el tiempo que consume prepararla. Si se cuenta con el tiempo suficiente diariamente para preparar una comida adicional para otro miembro de la familia, esta opción podría ser ideal.

¿Qué debemos evadir?

Como propietarios, a veces podemos llegar a sucumbir a los cariñosos pedidos de nuestras mascotas. ¿Quién no ha siquiera pensado en darle una galleta a su perro tras ver su mirada encantadora? El problema comienza cuando permitimos que se vuelva un hábito.
Lo que para nosotros sería una pequeña pizca de azúcar, puede significar una cantidad demasiado grande para nuestro perro. Por ejemplo, si se elige una dieta casera, es esencial saber qué es lo que debemos y no debemos agregar a sus platillos.
Aparte de los malos hábitos alimenticios, existen también comidas que en los humanos no causan muchas repercusiones, pero que pueden ser tóxicas para los perros. Tal es el caso del chocolate, la cebolla, las uvas, entre otros. Dependiendo del alimento, los efectos pueden ir desde una leve irritación gástrica, a intoxicaciones severas, hemólisis (ruptura de células sanguíneas), afecciones renales, entre otros. Sea cual sea la dieta que escojamos para nuestro perro se deben evitar los alimentos tóxicos, aún en pequeñas cantidades.

Dicho lo anterior, tenemos que mencionar que existen premios y golosinas para perros diseñadas por especialistas con ingredientes que pueden ser beneficiosos para una determinada raza de perros.

Raciones: ¿Llenar, o no llenar el plato?

En cualquiera de los tres tipos de dieta, un punto de suma importancia es el tamaño de la ración.
Podemos estarle proporcionando a nuestro perro la mejor comida del mercado, pero en raciones muy vastas o muy pequeñas no tendrá el efecto deseado y puede ser más perjudicial que benéfico. La cantidad de alimento que se debe administrar por día depende del tamaño de nuestro perro, su raza, etapa de crecimiento y hasta el estilo de vida que lleve.
En alimentos comerciales, ya sean secos o húmedos, suele especificarse la ración idónea al reverso del empaque. Debemos estar conscientes de que no se trata de llenarle el plato de comida; puede ser que la ración óptima para nuestro perro no abarque ni la mitad de su plato. En el caso de las comidas caseras se torna un poco más difícil ya que las cantidades a usar deben investigarse en otras fuentes para lograr el resultado deseado.

De igual manera, cuando las circunstancias cambien, muy probablemente la ración deba cambiar también. ¿A qué se refiere esto? Bueno, quizá leímos la ración según el peso de nuestro perro hace un año, y en la actualidad puede ser que sus requerimientos hayan cambiado. Mantener nuestra información al día puede marcar la diferencia entre un animal con problemas alimenticios y uno nutricionalmente sano.

¿Cómo saber en qué etapa de vida se encuentra nuestra mascota?

Existen diferentes clasificaciones y no siempre se describen de la misma manera, pero en general suelen entrar en tres o cuatro categorías: cachorro, juvenil, adulto y senior.

Cachorro Tiene dos subdivisiones:
– Del nacimiento hasta el destete (1-2 meses)
– Del destete hasta los 12 meses
Juvenil/Adulto De los 12 meses hasta los 7-8 años
Geriatra/Senior > 9kg a los 11.5 años
> 9,5kg – 22,5kg a los 10 años
> 23kg-40kg a los 9 años
> 40kg a los 7.5 años

Los factores que influyen en la cantidad necesaria de calorías y nutrientes son diferentes en cada animal. Hay razas que son más activas y, por ende, requieren de más energía; también según la raza puede variar el tamaño y, consecuentemente, la cantidad y el aporte del alimento. Y, aún en las distintas etapas de vida pueden variar los requerimientos, ya sea si nuestro perro está en un estado de lactancia, gestación o si padece de alguna patología. El formular la dieta “perfecta” presenta un reto especial para cada animal.
Debemos tener en cuenta que todos los animales son diferentes y que ninguno tendrá las mismas necesidades que otro. El tipo de dieta a elegir dependerá de su estilo de vida, raza, tamaño, etapa de vida y entorno. El bienestar y  cuidado de nuestros perros, no es una tarea fácil, pero se recompensa a largo plazo con una mascota sana y más feliz.