Esos ojos de cachorrito que te ponen cuando les regañas por haber volcado la basura por enésima vez, no son un signo de culpa, según dicen los investigadores. Simplemente es su manera de responder ante tu estado.
Durante la investigación, los dueños de los perros que habían comido una golosina prohibida se enfadaron con ellos y los perritos parecían tan «culpables», independientemente de si se la habían comido o no. De hecho, los perros que fueron acusados injustamente de robo de snack, a menudo parecía más culpables que los perros que se habían comido la golosina realmente. Resulta que esos ojos conmovedores no reflejan ni mucho menos la conciencia de nuestro amigo, después de todo. Los perros tienen un comportamiento que tenemos que tratar de entender de una u otra manera, mientras avanzamos en su adiestramiento y educación.
